Me gustaría aprovechar hoy 3 de diciembre, día internacional de las personas con discapacidad, para mostraros una manera de evaluar distinta a la tradicional que conocemos y que es muy utilizada en colegios de educación especial.
A diferencia de un colegio ordinario, en los colegios de educación especial la enseñanza es individual para cada alumno, ya que cada uno presenta unas características y unas aptitudes diferentes de los otros. Por lo tanto la evaluación de estos alumnos también debe de ser individual y diferente del resto. Pero además de eso, a diferencia de la evaluación tradicional en la que se comparan a los alumnos y se plasman sus conocimientos mediante números, con este tipo de evaluación los profesores evalúan el progreso del alumno, la evolución que esta teniendo... Aquí os adjunto una ficha de evaluación que me ha facilitado una profesora de educación especial y, aunque los ítems a valorar son muy elementales, son la manera que los alumnos tienen de aprender nuevas destrezas y conocimientos. Para nosotros sujetar cosas con las manos es algo que prácticamente hacemos sin pensar, pero que para un niño con parálisis cerebral es un reto conseguirlo.
Como se puede observar en este informe, la alumna era evaluado según sus necesidades teniendo en cuenta sus capacidades respondiendo a unos ítems específicos para ella.
Esta manera de evaluar nos hace preguntarnos si podríamos aplicar una evaluación individualizada para cada alumno, con diferentes ítems para cada uno de ellos. ¿ No lograríamos de esta manera que al finalizar el curso todos hayan aprendido y hayan sido valorados por su evolución?
Muy interesante, y creo que dáis en el clavo: evaluar no es igual a calificar. Evaluar es parte del proceso de mejora. Ne es el final, sino el principio. O lo que hay en medio. Pero debe servir para comprender, valorar y mejorar. Si no la evaluación se convierte en un mero un instrumento clasificador.
ResponderEliminarEs curioso que eso se aprende cuando nos paramos a pensar en personas que están en la carrera para ser los mejores, sino que simplemente aspiran a eso, a ser personas.